José en una casa de Boulogne sur Mer

Un escenario remoto, del otro lado del Atlántico, donde se oyen ecos de la historia argentina.

Felipe Pigna.
Historiador*
En febrero de 2005 viajé a Europa con Mario Pergolini y el equipo de "Algo habrán hecho" para grabar varias escenas para el programa. Uno de esos lugares fue Boulogne sur Mer, en las costas francesas del Canal de la Mancha. La ciudad está a dos horas de París. Tiene una zona "moderna", del siglo XIX, donde se encuentra la casa donde vivió San Martín, y la ciudad vieja, rodeada por murallas medievales. Es la zona más turística y me llamó la atención una farmacia, inaugurada en 1846, en la que probablemente San Martín compraba sus medicamentos ya que queda a tres cuadras de la que fue su casa. Hasta hoy se conserva con los frascos y objetos de época, de las boticas antiguas.

San Martín vivió sus últimos años en Boulogne sur Mer, entre 1848 y 1850. Llegó hasta aquí casi ciego, huyendo de los disturbios y conflictos de París, pensando en viajar hacia Inglaterra, pero la gente de Boulogne sur Mer le pidió que se quedara y le ofrecieron un departamento por un alquiler simbólico. Y se quedó.

La casa, sobre una bonita avenida (113 Grande Rue), en pleno centro, está bien conservada y pertenece a la Embajada Argentina. San Martín ocupaba la segunda y tercera plantas. La custodia de lugar hoy está a cargo del Regimiento de Granaderos a Caballo. Tiene un mobiliario muy sencillo y la mayor parte de lo que se ve son réplicas: los originales están en la Argentina, en el Museo Histórico Nacional, en el parque Lezama. En la casa de Boulogne sur Mer está la réplica de su cama. Un retrato de Bolívar, en la sala principal, habla de la buena relación que había entre ellos. También está el famoso reloj, que se detuvo a las tres de la tarde, la hora en la que, el 17 de agosto de 1850, San Martín murió. Quien nos atendió en la casa, nos dijo que era la primera vez que entraban ahí cámaras de la televisión argentina.

San Martín es un personaje muy querido en esta ciudad. Los que atienden restaurantes y negocios lo tienen muy presente. Incluso hay un monumento en la avenida costanera, frente al Canal de la Mancha. Es un típico monumento ecuestre, en donde la República Francesa le acerca unos laureles. El monumento siempre tiene flores.
Boulogne sur Mer merece ser visitada por el simbolismo que tiene para los argentinos, pero también por la belleza de sus calles, de su entorno.
*Autor de "Los mitos de la historia argentina" y "Lo pasado pensado".
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