Elizabeth Rosemond "Liz" Taylor, también conocida por sus sucesivos apellidos de casada Hilton, Wilding, Todd, Fisher, Burton, Warner y Fortensky, nació en Londres el 27 de febrero de 1932.
Tras participar en varias comedias de escasa calidad, se hizo famosa a la edad de 12 años con la película National Velvet (1944), sobre un caballo de carreras. Durante las décadas de 1950 y 1960 se convirtió en una de las mayores estrellas del firmamento de Hollywood gracias a su presencia en films muy significativos. De espectacular y deslumbrante belleza ha recibido dos premios Óscar: por Una mujer marcada (1960) y por ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), además de tres nominaciones más, todas ellas en la categoría de mejor actriz principal.
Es una estrella calificada por los medios anglosajones como «bigger than life»: una estrella mayor que la vida misma.
En 1962, estando casada con su cuarto esposo y durante la filmación de Cleopatra, conoció al actor Richard Burton, quien sería su gran amor, con quien se casaría y se divorciaría en dos ocasiones y con el que adoptaría a su cuarta hija.
Richard Walter Jenkins, (Burton) nació en Pontrhydyfen, cerca del puerto de Talbot, Gales, 10 de noviembre de 1925 y falleció en Céligny, Suiza, 5 de agosto de 1984.
Mientras realizaba su primera película, The Last Days of Dolwyn en 1947, conoció a su futura esposa, la joven actriz Sybil Williams, con la que se casó en febrero de 1949. Tuvieron dos hijos, pero se divorciarían en 1963 a raíz del escandaloso idilio de él con Elizabeth Taylor. Fue nominado siete veces para los Premios de la Academia, pero no ganó ninguno.
Su espectacular romance sufrió de constantes discusiones, el carácter borrascoso de él y su adicción al alcohol así como sus polémicas relaciones fueron la causa de grandes escándalos, los más grandes de los que se tenga conocimiento. Ríos de tinta corrieron desde el inicio de la publicitada película, hasta su divorcio en 1974, su reconciliación en 1975 y su nuevo divorcio en 1976.
Burton agasajó a Taylor con fastuosas joyas, como el diamante amarillo Krupp y la Perla Peregrina, que antaño perteneció a Felipe II y fue reproducida por Velázquez. Cuando esta joya salió a la venta y la compró Richard Burton, desde España se intentó entorpecer la operación, afirmando que era falsa. Pero es sin duda más famoso el diamante Taylor-Burton de 69 quilates, comprado en 1969 por 1.2 millones de dólares.
Burton agasajó a Taylor con fastuosas joyas, como el diamante amarillo Krupp y la Perla Peregrina, que antaño perteneció a Felipe II y fue reproducida por Velázquez. Cuando esta joya salió a la venta y la compró Richard Burton, desde España se intentó entorpecer la operación, afirmando que era falsa. Pero es sin duda más famoso el diamante Taylor-Burton de 69 quilates, comprado en 1969 por 1.2 millones de dólares.
Burton y Taylor actuaron juntos en varias películas como Castillos en la arena (1965), ¿Quién teme a Virginia Wolf? (1966), La mujer indomable (1967), The comedians (1967), Doctor Fausto (1968), La mujer maldita (1968), Pacto con el diablo (1972), Bajo el bosque lácteo (1973), y para la televisión y con un título muy ad hoc Divorce His, Divorce Hers (1973).
Elizabeth Taylor aún duerme con una foto junto a su cama de Richard Burton, el que fue su marido durante 11 años en dos etapas distintas, y está convencida de que si el actor galés siguiera con vida hoy volverían a ser marido y mujer.
Así lo reveló Sian Owen, sobrina del fallecido actor, con motivo de la presentación de un festival de cine en Gales en el que se conmemorará el 25 aniversario de la muerte de Burton.
Owen explicó que el pasado verano visitó a Elizabeth Taylor en su casa de Bel Air, en Los Ángeles (EEUU), y que allí pudo comprobar que “las fotos del tío Rich se encontraban por todas partes y que había una que todavía sigue junto a su cama”.
“(Taylor) Dice que si (Burton) estuviera vivo, hubieran vuelto otra vez, que a la tercera hubiera sido la definitiva. Estaban locos el uno por el otro“, aseguró la sobrina del actor, según las declaraciones que recogen hoy diversos medios británicos.
Elizabeth Taylor y Richard Burton se conocieron durante el rodaje en 1963 de “Cleopatra” y se casaron un año después, en un matrimonio que se rompió en 1974 debido al alcoholismo del actor.
Menos de un año después de este primer divorcio, se volvieron a casar, pero esta vez el matrimonio sólo duró 11 meses.
Pese a todo, siguieron manteniendo un estrecho contacto y, según Owen, “incluso cuando él estaba casado con Sally (su viuda) y viviendo en Suiza, hablaba horas por teléfono con Elizabeth”.
“Yo le decía a Sally que yo nunca aceptaría una cosa así, pero ella no tenía mucha elección”, manifestó la sobrina, quien expresó su orgullo por haber vivido cerca de ellos durante sus años juntos, en lo que definió como “una gran historia de amor”.
Liz Taylor ha estado casada en ocho ocasiones, pero Owen insistió en que a sus 77 años la actriz nacida en Inglaterra y nacionalizada estadounidense tiene muy claro que Burton, que murió súbitamente por una hemorragia cerebral a los 58 años, fue el amor de su vida.
“Piensa que en los últimos años de sus vidas, una vez que todo se hubiera calmado con la bebida y todo lo demás, hubieran estado juntos. Tiene la seguridad de que eran almas gemelas”, añadió.
Elizabeth Taylor aún duerme con una foto junto a su cama de Richard Burton, el que fue su marido durante 11 años en dos etapas distintas, y está convencida de que si el actor galés siguiera con vida hoy volverían a ser marido y mujer.
Así lo reveló Sian Owen, sobrina del fallecido actor, con motivo de la presentación de un festival de cine en Gales en el que se conmemorará el 25 aniversario de la muerte de Burton.
Owen explicó que el pasado verano visitó a Elizabeth Taylor en su casa de Bel Air, en Los Ángeles (EEUU), y que allí pudo comprobar que “las fotos del tío Rich se encontraban por todas partes y que había una que todavía sigue junto a su cama”.
“(Taylor) Dice que si (Burton) estuviera vivo, hubieran vuelto otra vez, que a la tercera hubiera sido la definitiva. Estaban locos el uno por el otro“, aseguró la sobrina del actor, según las declaraciones que recogen hoy diversos medios británicos.
Elizabeth Taylor y Richard Burton se conocieron durante el rodaje en 1963 de “Cleopatra” y se casaron un año después, en un matrimonio que se rompió en 1974 debido al alcoholismo del actor.
Menos de un año después de este primer divorcio, se volvieron a casar, pero esta vez el matrimonio sólo duró 11 meses.
Pese a todo, siguieron manteniendo un estrecho contacto y, según Owen, “incluso cuando él estaba casado con Sally (su viuda) y viviendo en Suiza, hablaba horas por teléfono con Elizabeth”.
“Yo le decía a Sally que yo nunca aceptaría una cosa así, pero ella no tenía mucha elección”, manifestó la sobrina, quien expresó su orgullo por haber vivido cerca de ellos durante sus años juntos, en lo que definió como “una gran historia de amor”.
Liz Taylor ha estado casada en ocho ocasiones, pero Owen insistió en que a sus 77 años la actriz nacida en Inglaterra y nacionalizada estadounidense tiene muy claro que Burton, que murió súbitamente por una hemorragia cerebral a los 58 años, fue el amor de su vida.
“Piensa que en los últimos años de sus vidas, una vez que todo se hubiera calmado con la bebida y todo lo demás, hubieran estado juntos. Tiene la seguridad de que eran almas gemelas”, añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario