Los "cómo" más importantes que los "qué"

He llegado a la conclusión que mi situación es irreversible.

Tengo 44 y no me banco “los cómo” de algunas personas.
Puedo decir, que ya me importa muchísimo la manera, el modo de decir, de tratar, de sugerir, de hacer… no me da lo mismo, y si antes lo "masticaba y tragaba " porque todos somos distintos, ahora, y definitivamente, hay “modos” de los otros que no me van, ni me van a ir nunca.

Me molesta que me traten patoteramente, que me crean estúpida, que me impongan cosas creyendo que no estoy dando eso y más, que se crean superiores en cualquier sentido, que pueden hacer su voluntad y expresarlo como si tuviesen una autoridad que pierden cuando utilizan mal el “cómo”. No me da lo mismo que realicemos una tarea conjunta y que andes con tu cara de culo hasta el piso porque hay cosas que no te cierran! No sirve hacer las cosas así! No sirve, ni a vos, ni a tu entorno! Tampoco quiero que me usen, que me traten de una manera cuando necesitan algo de mí y de otra taaan difrerente cuando no. En fin, miles de detalles... que finalmente, a mis 44 me joden! Y OJO, que vengo resistiendo de manera muy conciliadora y tolerante, pero que hoy expreso acá, tratando de levantar la bandera de los BUENOS MODOS y del RESPETO a la PERSONA, que es el OTRO.

Mirtha Legrand diría: “Así, no!”, “Así, no!”
Hoy lo repito desde este espacio mío de expresión: Así no!

Así, a mí, no me trates.

No tengo por qué aguantarme lo que vos no toleras ni de vos ni de los otros que no soy yo, no tengo por qué aguantarme que me maltrates verbal o actitudinalmente, no tengo por qué recibir otra cosa de vos que no sea lo que vos recibís de mí, en el más justo de los casos y si apelar a tu “podés ser mejor persona que yo…” NO TENGO MÁS GANAS DE TOLERAR esto contra mi persona y contra los que quiero.

Soy muy idealista, lo confieso, me gusta que me traten bien, trato de hacerlo primero. También sé que evolucioné en este punto en todos mis años de vida, que no era así, que mis modos también habrán molestado, y pido disculpas. Quisiera pensar que nunca son tardías, pero también aprendí que el perdón no sólo cuesta pedirlo, muchas veces, y creo que son las más, cuesta otorgarlo.

El mundo sería ciertamente otro lugar y sencillamente nos respetaramos como personas. Si reconocieramos en el otro a alguien semejante a mí, lleno de carencias y defectos, pero con las mismas potencialidades que también tenemos y nos esforzamos en expresar...

Ojalá no me afectaran los otros (malos) modos de los demás, pero voy envejeciendo y ya sólo quiero estar rodeada de gente que me trate con cariño, me respete, me quiera… enseño eso en mi casa… pero no puedo decirlo desde el mal usado micrófono de la Casa de Gobierno, 0tro modo que se utiliza ahí que no me gusta…!!!, pero me encantaría... también sé que sería en vano.

Hoy me limito a mi blog, y se los cuento a ustedes, mis amigos, que son los que me tratan con cariño y me conocen.

Ah!, otra cosa, me gustaría que ustedes tampoco lo toleren más y lo hicieran saber!