Son conocidos los prolongados baños de inmersión en leche que tomaba Cleopatra, la mítica reina del Nilo, cuya belleza proverbial sumió a un imperio en cruentas luchas y traiciones para poseerla.
Lo cierto es que, salvando las distancias, tú podrías ser una verdadera reina y aprovechar al máximo el consabido potencial de un buen baño de inmersión.
Los baños de inmersión son ideales para la vuelta de la jornada de trabajo, al regreso de una actividad tensionante o despúes de haber sufrido un mal momento, de haber realizado actividad física, para calmar dolores y contracturas, si has tomado mucho sol (costumbres plebeyas!) o si sencillamente llegó la hora de darte un mimo, por simple placer.
El baño de inmersión en hidromasaje es absolutamente reconfortante pero no es el único modo de realizarlo. Si no dispones de este tipo de baño, llená su bañera de agua tibia e introducite en ella sumergiendo tu cuerpo por completo.
Sentí el calor del agua penetrando y actuando sobre cada parte de tu cuerpo, realizá un recorrido visual de tu cuerpo y progresivamente, andá relajándote. La respiración profunda debe acompañar cada uno de tus pensamientos. Pruebe añadirle al ambiente velas a tu alrededor y música suave… automáticamente convertirás tu baño en un pequeño spa.
La actividad de relajación en el agua no debe durar más de media hora o la piel comenzará a resecarse y los resultados del baño no serán los esperados.
Para poder disfrutar de todas las ventajas que nos ofrece un baño de inmersión que renueve nuestro cansado cuerpo, solo hay que saber cómo combinar algunos aceites esenciales y agua tibia, los cuales otorgan beneficios y mucho placer al cuerpo y a la mente ayudando a relajarte completamente.
Cada aceite esencial que se utiliza tiene sus propias propiedades, y al mezclar unos con otros se pueden crear nuevas fragancias con otras propiedades. Prueba alguna de estas combinaciones que puedes hacer con los aceites esenciales y revela cuál de ellas te sientan mejor :
* limón, menta, pino y rosa.
* lavanda, neroli y rosa.
* limón, pomelo y romero.
* lavanda, pachulí y ylang-ylang.
* bergamota, lavanda, mejorana, neroli y naranja.
Se vierten un máximo de 10 gotas en total de estos aceites, para suavizar el agua puedes agregar algunas gotas extras de aceite neutro. Luego del baño, para que su efecto perdure por más tiempo, no uses jabón y al salir de la bañera sécate suavemente con una toalla.
De ahora en más no dejes de pasar por los beauty shops sin llevarte a casa algún aceite, alguna sal o sencillamente un buen jabón para hacer espuma…
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